14 oct 2009

La Ambulancia y su Historia

Primeros transportes de pacientes

Hay evidencias de transportes forzados de enfermos mentales y de lepra en la Antigüedad. La primera evidencia de una ambulancia data del siglo X y fue construida por los anglosajones. Esta consistía de una hamaca emplazada en un carro tirado por caballos.
Durante las
Cruzadas del siglo XI, la Orden de Malta estableció hospitales para atender a los heridos de las batallas en Tierra Santa, aunque no hay evidencias clara que aporten datos sobre como llegaban los heridos a los hospitales
Posteriormente, los
normandos utilizaron hamacas portadas por caballos para llevar a los enfermos. El servicio de ambulancia mediante caballos continuó con algunas variaciones hasta el siglo XX.

Primeros tratamientos en los campos de batalla

La primera constancia de ambulancias usadas en emergencias fueron empleadas durante el reinado de Isabel I de Castilla, en el año 1487. El ejército castellano de la época era tratado de forma excelente y atraía a voluntarios de toda Europa, a lo que contribuían los primeros hospitales militares (o "ambulancias"), aunque los soldados heridos no eran recogidos hasta el fin de la batalla, causando un número superior de muertes en los campos.
El principal cambio en el uso de las ambulancias durante las batallas llegó con las ambulance volantes diseñadas por
Dominique-Jean Larrey, médico de Napoleón Bonaparte. Larrey estuvo presente en la batalla de Spires, entre Francia y Prusia, entristeciéndole el hecho de que los soldados heridos no eran recogidos por las numerosas ambulancias, que Napoleón ordenó situar a algo más de 3 kilómetros del lugar de la batalla, hasta que las hostilidades no cesaran, por lo que pensó en desarrollar un nuevo sistema de ambulancias. Decidió utilizar el sistema utilizado por los Normandos, de hamacas y caballos, resolviendo que carros de dos o cuatro ruedas, tirados por caballos, portaran a los heridos del campo de batalla, después de que estos hubieran recibido cuidados paliativos en el propio escenario. Estas ambulancias voladoras se estrenaron con la Armada del Rín de Napoleón, en 1793. Larrey posteriormente desarrolló servicios similares para el resto de tropas de Napoleón, adaptando sus ambulancias a las distintas condiciones, incluyendo hamacas que podían ser portadas por camellos, para las campañas de Egipto.

Desarrollo para el uso civil

El principal avance de las ambulancias de su civil se produjo con la introducción del transporte para enfermos de cólera en Londres, en el año 1832. El periódico The Times afirmaba: "El proceso de curación comienza en el mismo instante en el que el paciente es llevado en el carruaje; siendo el tiempo ahorrado empleado en atender al paciente y además, pueden conducir al paciente al hospital tan rápidamente, que los hospitales pueden ser menos numerosos y pueden localizarse a mayores distancias entre ellos."

Avances durante la Guerra Civil Estadounidense

Durante la Guerra Civil Estadounidense se produjeron un mayor número de avances en la atención médica para los militares. Los médicos militares de la Unión, Joseph Barnes y Jonathan Letterman, revisaron los avances de Larrey y diseñaron un sistema de atención prehospitalaria para los soldados, que incluía nuevas técnicas y métodos de transporte. Se aseguraron de que cada regimiento contara con al menos una ambulancia, con un carro diseñado para llevar a dos o tres pacientes al mismo tiempo. Desgraciadamente, estas ambulancia demostraron ser demasiados ligeras para la tarea, y fueron reemplazadas por la ambulancia "Rucker", llamada así en honor al General Mayor Rucker, contando con cuatro ruedas y con señales visibles para las batallas de la guerra. Otros vehículos fueron utilizados para este servicio durante la Guerra Civil, incluyendo barcos de vapor, que sirvieron como hospitales móviles para las tropas. Fue en este periodo cuando se inició el transporte por ferrocarril de los soldados heridos hacia su lugar de tratamiento.

Comienzo del servicio con base en un hospital

El primer servicio conocido de ambulancias con base en un hospital es el del Commercial Hospital (actualmente el Cincinnati General), de Cincinnati, en Ohio, Estados Unidos, en 1865. Posteriormente, otros hospitales ofrecieron este servicio, destacando el Bellevue Hospital de Nueva York.
Edward Dalton, un antiguo cirujano del
Ejército Federal, recibió el encargo de crear un hospital cerca de Nueva York. Inició un servicio de ambulancias para llevar a los pacientes lo más rápido posible al hospital y con una mayor comodidad. Dicho servicio comenzó en 1869. Afirmaba que su servicio era el primero de su tipo. Sus ambulancias contaban con equipamiento médico, tablillas, bombas estomacales, morfina y brandy, un fiel reflejo de la medicina contemporánea. Dalton creía que la velocidad era lo principal, por lo que sus caballos siempre estaban prácticamente listos en cualquier momento. Afirmaba que, tras una llamada, se partía a los 30 segundos. El servicio se hizo muy popular y creció rápidamente. Así, en 1870, el servicio atendía 1.401 llamadas de emergencia, y veinte años más tarde, ya eran más del triple, un total de 4.392. A comienzos del siglo XX, los médicos interinos acompañaban a los ambulancias de Nueva York, prestando atención a los pacientes en el lugar de la llamada y frecuentemente, los dejaban en su misma casa.
En
1867, el Metropolitan Asylums Board de Londres, en el Reino Unido, recibió seis ambulancias de caballos con el propósito de transportar a enfermos de viruela y fiebre de sus casas al hospital. Estas ambulancias fueron diseñadas para parecer carruajes privados, pero fueron equipadas con rodillos en su suelo y unas grandes puertas reversibles para portar al paciente a la camilla de una forma más fácil. Había espacio suficiente para un asistente junto al paciente, además de que la zona donde se situaba el paciente estaba diseñada para ser limpiada y descontaminada con facilidad. Cualquiera dispuesto a pagar el coste de alquiler del caballo, podía llamar a la ambulancia por telegrama o en persona.

Comienzo del servicio exclusivo

En junio de 1887, la Saint John Ambulance Brigade se formó para prestar ayuda de emergencia y servicio de ambulancia en eventos públicos de Londres. Se reguló como un comando de estilo militar. La Saint John Ambulance Association ya había estado enseñando primeros auxilios al público durante 10 años antes de esto.

Uso masivo para proveer atención médica urgente

A finales del siglo XIX varias ciudades, entre ellas Salvador de Bahía, en Brasil y San Luis, Misuri, Estados Unidos, comenzaron a utilizar sus tranvías como ambulancias, en el transporte de enfermos y heridos. El tranvía de Salvador de Bahia incluía un compartimento de fumigación y una camilla con dos enfermeras. El diseño de la red de tranvía de San Luis permitía que la ambulancia tranvía, presentada en 1894, pudiera llegar a los 16 enfermerías de la ciudad.
En
Alemania, en 1902, se presentó un tren ambulancia para civiles (sobre la base de la utilización de los trenes durante los conflictos militares) para su uso en accidentes de ferrocarril. Albergaba una sala de operaciones móvil y ocho camillas. Los cirujanos empleados vivían cerca de la estación de trenes donde el tren ambulancia se estacionaba, y desde done eran convocados en caso de una emergencia. El tren tenía prioridad sobre las vías, por lo que el resto de trenes estaban obligados a cederle el paso.

Primeros vehículos motorizados

A finales del siglo XIX, el automóvil se encontraba en fase de desarrollo, por lo que comenzaron a introducirse modelos de ambulancias automóviles junto a las tiradas por caballos. A principios del siglo XX, las ambulancias eran movidas por vapor, gasolina y electricidad.
Sin embargo, el primer motor presente en una ambulancia fue presentado en
1899, en el Michael Reese Hospital de Chicago, en Estados Unidos, por lo que pasaba a ser el primer automóvil convertido en ambulancia. Ésta, había sido sufragada por 500 empresarios de la ciudad, en febrero de dicho año. Posteriormente, se hizo lo mismo en 1900, en Nueva York, donde se alabó su mayor velocidad, seguridad para el paciente, su rapidez para detenerse y su comodidad. Estas dos primeras ambulancias automóviles eran eléctricas, con dos caballos de potencia (1,5 kW) en los motores del eje trasero.
La primera ambulancia movida por gasolina fue la Ambulancia Palliser, presentada en 1905 y nombrada así en honor al Major Palliser de la Milicia Canadiense. Este vehículo constaba de tres ruedas, una en la parte delantera y dos en la trasera, habiendo sido diseñado para ser utilizado en los campos de batalla bajo fuego enemigo. Era un pesado tractor, con una chapa a prueba de balas. Dicha chapa contaba con una pequeña abertura exterior de de 2,7 metros de ancho por 2,1 m de alto, con el objetivo de que el personal de la ambulancia pudiera salir al exterior.
El
ejército Británico fue a la zaga del canadiense en la introducción de un pequeño número de ambulancias automóviles. En 1905, el Cuerpo Médico de la Armada Real encargó una serie ambulancias establecidas en furgonetas a la empresa Straker-Squire, de Bristol. Se basaban en un autobús de dos pisos fabricado por la misma empresa, aunque con una menor distancia entre ejes. Varias de ellas tenían su sede en Oxfordshire, al servicio de varios de los principales campamentos en la zona.
La primera producción en masa de ambulancias basadas en automóviles se produjo en Estados Unidos por la James Cunningham, Son & Company de
Rochester, Nueva York, un fabricante de carruajes y coches fúnebres, en 1909. La ambulancia contaba 32 caballos de potencia (24 kW) y 4 cilindros en el motor de combustión interna. El chasis se montaba sobre neumáticos, mientras que el cuerpo disponía de luz eléctrica, suspensión en la camilla, dos asientos junto a la camilla, y un gong en un lateral.

Durante la Primera Guerra Mundial

Ford T de 1916, ambulancia de campo. Estaba realizada en madera y el modelo fue ampliamente utilizado por los británicos, franceses y estadounidenses durante la Primera Guerra Mundial. Su velocidad máxima era de 72 km/h, producida por un motor de 4 cilindros refrigerados por agua.
Durante la
Primera Guerra Mundial, la Cruz Roja llevó a cabo las primeras labores de auxilio en los campos de batalla con ambulancias motorizadas en lugar de tiradas por caballos, con su consiguiente éxito. Esto llevó a la progresiva eliminación de las ambulancias tiradas por caballos. En la atención de emergencia civil, los servicios de ambulancia a menudo se gestionaban o se enviaban desde los distintos hospitales, aunque en algunas zonas, el telégrafo y el teléfono permitían a los departamentos de policía manejar el envío de ambulancias.
El equipamiento a cargo de la ambulancia cambiaba rápidamente en esos momentos. Se introdujeron tablillas durante la Primera Guerra Mundial, teniendo un efecto positivo sobre la
morbilidad y la mortalidad de los pacientes con fracturas de pierna. Asimismo, se introdujeron radios bidireccionales poco después de la Primera Guerra Mundial, lo que permitió un envío más eficiente de ambulancias llamadas mediante radio. Poco antes de la Segunda Guerra Mundial, una ambulancia moderna portaba un avanzado equipo médico, un médico, y se enviaba por radio. Era frecuente que las ambulancias fueran coches fúnebres -el único vehículo disponible que podía llevar a un placiente reclinado- y, por tanto, eran a menudo dirigidos por funerarias.

Ambulancias aéreas

Durante la Primera Guerra Mundial, la aviación experimentó un fuerte crecimiento, convirtiéndose en una poderosa fuerza militar, y después de la guerra, con un superávit de aviones en circulación, se buscaron nuevos usos para las aeronaves.
Durante la Primera Guerra Mundial Una, la aviación se trasladó a la experimentación de una poderosa fuerza militar, y después de la guerra, con un superávit de aviones en circulación, los nuevos usos se han encontrado para la aeronave. Esto incluyó la conversión de aviones de todo el mundo en aviones ambulancia. Aunque en
1917, el Teniente Clifford Peel, un estudiante de medicina, esbozó un sistema de aviones y de instalaciones de tierra destinadas a proporcionar servicios médicos en el Outback australiano, la primera ambulancia aérea no vio la luz hasta 1920. Este proyecto se hizo realidad bajo la dirección de John Flynn en 1928, cuando la Australian Inland Mission estableció el Servicio Médico Aéreo, un programa experimental de un año de duración. Los médicos en este programa tenía varias responsabilidades, entre las cuales se encontraba el llegar al paciente volando, tratarlo, y si era conveniente porque el médico no conseguía realizar ningún tratamiento in situ, llevarlo a un hospital. Posteriormente, este experimento se convirtió en el Royal Flying Doctor Service de Australia.

Durante la Segunda Guerra Mundial

En la mayor parte del mundo, la calidad de las ambulancias descendió bruscamente durante la Segunda Guerra Mundial, ya que los médicos, necesarios en las fuerzas armadas, fueron llevados a la guerra, y por tanto, abandonaron las ambulancias. En Inglaterra, durante la Batalla de Inglaterra, la necesidad de ambulancias era tan grande que las furgonetas eran requisadas y presionadas por la demanda, a menudo llevaban a varias víctimas de una vez. Después de la guerra, los médicos seguirían yendo en las ambulancias en algunos países, pero no en otros. Otros vehículos, incluyendo coches normales y de coche de policía fueron utilizados para llevar a pacientes, debido a la escasez de ambulancias exclusivas. Ambulancias militares como la Austin K2 fueron usadas tanto en áreas de combate como en zonas civiles.

Durante la Guerra de Corea

Durante la Guerra de Corea, las recientemente creada Fuerza Aérea de los Estados Unidos estableció un número de unidades de avión ambulancia para el empleo en las distintas operaciones, usando helicópteros para la evacuación rápida de pacientes. El helicóptero H-13, conocido por la película y las versiones de televisión de M*A*S*H, transportó a 18.000 soldados heridos durante el conflicto. El trabajo de los Escuadrones de Evacuación Médica Aérea fue un éxito y fue repetido por las fuerzas estadounidenses en Vietnam. El empleo de helicópteros para evacuaciones médicas de emergencia se extendió para uso civil.

Ambulancias destinadas a la atención médica, no solo al transporte

Después del accidente ferroviario de la estación de Harrow & Wealdston, las ambulancias fueron reestructuradas para convertirse en "un hospital móvil", aunque solamente transportaran a pacientes, sentando así las bases de las ambulancias modernas. La reanimación cardiopulmonar fue desarrollada y aceptada como el estándar en cuidados ante una parada cardiorrespiratoria lejos de un hospital; se impuso la desfibrilación, entendida como un aumento de las arritmias cardíacas, además de nuevos productos farmacéuticos para ser utilizados en situaciones de parada cardiorrespiratoria. En Irlanda, una ambulancia especializada en pacientes coronarios, consiguió reanimarlos gracias a estas técnicas; demostrando la necesidad de revisar los servicios de ambulancia. Esto supuso una mayor demanda a los gobiernos para mejorar los cuidados y la atención de emergencia, incluyendo los cuidado proporcionados por una ambulancia. El resultado fue la creación de una serie de normas en la construcción de las ambulancias, relacionadas con la altura de la zona donde se prestaba atención al paciente (permitiendo el tener un asistente para continuar con los cuidados al paciente durante el transporte) y en el equipamiento (controlando así el peso) que una ambulancia debía llevar. Pocas, o probablemente ninguna de las ambulancias de la época podían cumplir aquellas normas.
La mayor parte de las ambulancias de aquella época estaban montadas sobre los chasis de un coche (a menudo coches fúnebres), que no podían soportar el peso y el resto de demandas de las nuevas normas; los chasis de furgonetas (y más tarde, pequeños camiones) comenzaron a ser utilizados para montar las ambulancias.


El diseño de las ambulancias sufrió sus principales cambios en los años 1970. Las primeras ambulancias establecidas en furgonetas eran muy similares al resto de furgonetas utilizadas por los civiles, ya que contaban con un equipo médico y unas señales luminosas y acústicas muy reducidas, siendo el accesorio del equipo médico más notable la camilla.
Con el paso del tiempo, las ambulancias mejoraron sus prestaciones, ganando capacidad para llevar un equipo adicional (tanto portátil como permanente), pasando a formar parte del arsenal de los médicos.


Vehículos modernos

Las ambulancias modernas a menudo se construyen de manera personalizada, así como el equipo médico especializado, instalado directamente en las ambulancias. Se ha mejorado el diseño de los vehículos, incluyendo mejoras en las alertas visuales y acústicas, además de otras más generales como el ABS, particularmente necesario en las ambulancias, debido a la velocidad a la que circulan y a lo que portan en su interior. También ha habido cambios para mejorar el bienestar del equipo médico de la ambulancia, como la adición de un elevador de camillas, rampas y tornos, con el fin reducir la tarea manual a realizar por el equipo médico.
El diseño de las ambulancias continúa desarrollándose, en gran parte debido a los nuevos avaces y al papel de los
paramédicos y el resto del equipo de la ambulancia, que requiere un equipamiento especializado. Otras mejoras van destinadas a proteger al conductor y al equipo en caso de accidente, ya sean meras colisiones de tráfico u otros más catastróficos, como atentados terroristas.

Diseño y construcción

El diseño de una ambulancia debe tener en cuenta las condiciones locales en cuanto a infraestructuras. El mantenimiento de las carreteras es necesario para que las ambulancias puedan llegar a la escena y luego transportar al paciente a un hospital, aunque pueda utilizarse la tracción a las cuatro ruedas disponible en vehículos todoterreno. El combustible debe estar siempre disponible y debe haber facilidades en el mantenimiento del vehículo.
Los métodos de llamada y envío de ambulancias (por ejemplo el
teléfono) por lo general dependen de sistemas electrónicos, que asimismo depende de la red de transporte de energía eléctrica. Igualmente, las ambulancias más modernas son equipadas con radios bidireccionales o teléfonos móviles para permitirles ponerse en contacto con hospitales, notificar al hospital conveniente la llegada de la ambulancia, o, en casos donde los médicos no forman la parte del equipo de la ambulancia, hablar con uno sobre el tratamiento o los síntomas.

Seguridad

Como cualquier vehículo, las ambulancias se pueden ver involucradas en accidentes. Éstas, como cualquier otro vehículo de emergencia, necesitan estar operativas bajo cualquier condiciones, incluyendo cuando los conductores civiles deciden no apartarse de la calzada. También, la responsabilidad del equipo de la ambulancia para atender a su paciente a menudo, excluyen el empleo de dispositivos de seguridad como cinturones de seguridad. Las investigaciones han mostrado que las ambulancias tiene una mayor probabilidad de que sus ocupantes mueran o resulten heridos en una colisión, Esta es mayor que la de los coches de bomberos y de policía. Los ocupantes que más riesgo corren son los que se encargan del cuidado del paciente. En un estudio se compararon los resultados entre accidentes de ambulancias y vehículos de tamaño familiar, concluyendo que los accidentes con ambulancias implicadas tienden a implicar a más personas. Un estudio retrospectivo de once años concluido en 2001, encontró que aunque los peores accidentes de ambulancias ocurrieran durante las carreras de emergencia, estos solían ocurrir sobre carreteras rectas, secas, en tiempo claro. La seguridad se convierte así en una preocupación de especial interés al diseñar la ambulancia.

Gracias a Wikipedia

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